Camas para gatos: ¿Cómo elegir?
El mundo de las camas para gatos puede parecer a primera vista complicado. Las opciones nos pueden llegar a abrumar. La primera duda que nos surge es si es realmente necesario tener camas para gatos. La respuesta es sí, sino se adueñarán del sofá o tu cama.
Las camas para gatos son uno de los accesorios fundamentales en la vida de un gato. Tienes que pensar que es un gran dormilón y de media pasa durmiendo 16 horas al día. Aunque en realidad, sólo una cuarta parte de ese tiempo tiene un sueño profundo, el resto del tiempo lo pasa dormitando con un sueño ligero. Es por ello, que debemos proporcionar un espacio tranquilo y buscar siempre camas para gatos que sean confortabled para que tenga un sueño agradable y un envejecimiento saludable.
Los gatos son muy particulares, y cada uno tiene su rincón de descanso en la casa. En el descanso de un gato influye la edad, el clima, el hambre… En general les gusta dormir con algo detrás de su espalda, es por eso que se apoyan contra un cojín, pared, o tu pierna, ya que se sienten más seguros. Es importante que sea un lugar cómodo y resguardado, cálido en invierno y fresco en verano. Algunas camas para gatos son térmicas, hechas con materiales especiales que guardan el calor en invierno, o sistemas eléctricos que elevan la temperatura por encima de la temperatura ambiente.
Antes de elegir camas para gatos debemos de observar cómo duermen nuestras mascotas. Su personalidad juega un papel importante, ya que algunos gatos prefieren la seguridad de dormir en una cueva y otros más extrovertidos prefieren dormir estirados sobre tu propia cama. Debes observar:
- ¿Se enrosca en una bola o duerme estirado?
- ¿Duerme en un cesto/caja o sobre el sofá/cama? ¿Sobre algún material en concreto (Ej. Manta)?
- ¿Prefiere sitios abiertos o cerrados?
- ¿Duerme en un lugar cálido? (junto calefacción, tubería agua caliente…) ¿o en cualquier lugar?
- ¿Duerme en el suelo o en altura?
- ¿Gato joven o anciano?
Es recomendable para una mayor aceptación las camas para gatos independientemente del tipo que sea se coloquen en un lugar alto, estable, cálido y sin corrientes de aire. No deben ponerse en zonas de tránsito ni cerca de las puertas. Deben ser un lugar seguro, que se sienta protegido y que le permita relajarse. Si es posible, se debe colocar en un lugar donde le dé el sol. A los gatos les encanta tumbarse al sol.